En ocasiones, la vida nos coloca en situaciones de indecisión. Elegimos a la persona que menos nos incomoda en lugar de a la que más nos aporta. Cambiamos sentimiento por comodidad, pasión por seguridad, emociones por calma, y elegimos casi siempre mal. La vida es y será siempre una cuestión de valentía. Un camino solo transitable con ilusión, con franqueza, con honestidad con uno mismo y con los demás. Sólo la valentía nos hace arriesgarnos con lo mejor, porque casi siempre lo mejor está detrás del riesgo, de lo difícil, de lo casi inalcanzable, de los sueños…
No hay comentarios:
Publicar un comentario