lunes, 28 de noviembre de 2011

La vida cotidiana


Esta entrada va dedicada a mi madre, ya que siempre se está quejando de hacer todo esto:
Gira y gira la lavadora en su vuelta infinita, con un sonar de fondo que anuncia cada mañana  los ineludibles quehaceres: escenas de la vida cotidiana. Con el típico maaamaaaá, comienzan los días, casi todos los días…y con el impostergable plan doméstico, propio de cada hogar.
Escenas de la vida cotidiana
Escenas de la vida cotidiana
Con o sin mamá en casa de tiempo completo, toca planificar, organizar y fiscalizar cada movimiento o detalle que involucra el cuidado y protección de la familia.
Las inacabadas demandas de los niños, la lista de la compra, el baño que siempre está mojado, la ropa que se junta para ser lavada, los cristales que podrían permitir ver para afuera, la nevera-una pesadilla, la cita para el pediatra, las vacunas, el dentista, la merienda compartida que te toca cada mes en el jardín, los amiguitos que vienen a casa a desparramarlo todo colectivamente, y el dinero que no alcanza y lo otro que hay que hacer para procurarlo: el trabajo.
Y con toda la enorme alegría que representan los hijos, una, alguna vez se pregunta cómo sería una vida en soledad, con tiempo para una misma, con un cuidado personal satisfactorio, una vida social y cultural gloriosamente activa, actividades de esas, que siempre quisiste hacer, sin horarios para casi nada más que lo imprescindible. 
Pero es tarde mamá, ya nos tuviste así que no pienses en cosas como esas, pronto te tocará cuidar a los nietos y volverá esa rutina.

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